Nunca había viajado tanto en mi vida como lo he hecho durante mi año Erasmus. Durante este curso he hecho un montón de viajes. He pasado muchas horas en autobuses y dolmus (mini-buses típicos de Turquía). También me tiré muchas horas en aeropuertos y aviones.
He estado haciendo cuentas de cuántos aviones he cogido en este período y la cifra no es nada desdeñable: nada más y nada menos que 18!! (Para algunos puede resultar una cifra ridícula, pero para mí es la hostia). Concretamente los vuelos que hice fueron:
- · Asturias – Londres – Izmir (2 vuelos)
- · Izmir – Estambul – Izmir (2 vuelos)
- · Izmir – Estambul – Izmir (2 vuelos)
- · Izmir – Estambul – Londres – Asturias (3 vuelos)
- · Asturias – Londres – Estambul – Izmir (3 vuelos)
- · Izmir – Diyarbakir –Izmir (2 vuelos)
- · Izmir – Estambul – Frankfurt (2 vuelos)
- · Frankfurt – Estambul – Izmir (2 vuelos)
Y aun me quedan otros 2 vuelos hasta llegar a casa again.
Gracias a esto he adquirido bastante experiencia manejándome en los aeropuertos y conozco bastante bien las putas normas exageradas que rigen en la mayor parte de los aeropuertos en los que he estado. Así es que según me acerco al detector de metales me voy desprendiendo de la cartera, el cinturón, el reloj, las llaves, el móvil y el emepetres; saco el ordenador de la mochila y me quito la cazadora. Hago esto antes de llegar al detector porque me saca de quicio la gente que pasa por el detector y llevan toda la lista anterior metida en los bolsos, con lo que las 50 personas que estamos detrás suyo tenemos que esperar un rato hasta que el subnormal de turno pase el control.
Algunas normas son obvias como no poder llevar explosivos, cuchillos, navajas, objetos punzantes y demás morralla en la cabina del avión. Lo gracioso es que cuando te dan de comer te dan un tenedor y un cuchillo de metal, y en las tiendas del aeropuerto puedes comprar cuchillas de afeitar (o de degollar!). O sea que si tengo la intención de secuestrar el avión, ya me proporcionan ellos el material necesario para sembrar el pánico a 11.000 pies.
El tema de los líquidos es para tratar aparte. En Noviembre de 2006 se puso en práctica un reglamento que regula el control de líquidos en los aeropuertos y se incluyeron contenidos de carácter secreto. O sea, que una parte de la normativa tenemos derecho a conocer y otra parte no; pero tenemos que cumplir ambas… A mí me parece simplemente ridículo. No tengo ni idea de derecho ni de leyes, pero ¿cómo vas a cumplir una norma que no conoces, es más, que no tienes derecho a conocer? Además, quienes ponen en práctica esa normativa suelen ser guardas de seguridad privada o policías que aplican la normativa según ellos entienden, es decir, mal.
Todo esto de los líquidos me parece una soberana gilipollez. Al parecer se impuso esta norma porque se creía que se estaban desarrollando explosivos líquidos por parte de ciertos terroristas indefinidos…vamos, pa mear y no echar gota.
La verdad es que yo no tuve ningún problema en ningún aeropuerto porque sé lo que puedo y no puedo llevar y me preparo para ello, no como mucha gente. Pero sí que me toca los cojones tener que descalzarme o encender el ordenador para apagarlo en cuanto inicia, o no poder llevar un botellín de agua y tener que comprarlo dentro del aeropuerto, que es carísimo.
Pero lo peor de todo es que todo este tema de la “seguridad” repercute en el usuario del avión. Ahora ir al aeropuerto con 2 horas de antelación, en según qué aeropuertos, es poco tiempo para hacer las cosas con calma. Cuando vine para Turquía, en el aeropuerto Stansted (Estanstit según Sash) lo pasé bastante mal porque pensé que no llegaba a coger el avión. Tuve que colarme entre los que esperaban (saying: “sorry, I am in trouble!”) para pasar el segundo control, el de entrada a las terminales, porque había mucha gente esperando e iba demasiado lento. Esta es la cuestión, que toda esa mierda de “seguridad” lo que hace es ralentizar todo el proceso y jodernos a nosotros.
En otro orden de cosas, mientras escribía estas líneas estaba escuchando “Hora 25” de la SER y estaban hablando de los pros y contras de la tecnología. La cuestión es que alguien escribió un email para comentar que gracias a la tecnología les podían escuchar desde Barbados. No tardé ni cero coma en mandarle un email para comentar que yo también los estaba escuchando desde Turquía! A la vuelta de la publicidad Angels Barceló (presentadora del programa) comentó que habían recibido emails de gente que les escuchaba desde el extranjero y dijo Turquía!! jajajaja Se me puso el pene del todo tieso!!